DEFINICION
La Organización Mundial de la Salud define a este síndrome como una
condición dolorosa, no articular, que envuelve los músculos, y es la
causa más común de dolor musculoesqueletico crónico y generalizado.
La definición anterior se estableció como resultado de la Declaración
de Copenhagen, reconociendo al síndrome de fibromialgia oficialmente en
enero de 1993.
El término fibromialgia (Latín: fibra – fibra.
Griego: mio – músculo; algia – dolor), refiere a un conjunto de
trastornos comunes reumáticos no articulares, los cuales se caracterizan
por dolor y rigidez de variable intensidad de los músculos, tendones y
tejido blando circundante, junto a un amplio rango de otros síntomas.
GENERALIDADES
El dolor que ocasiona la fibromialgia es impredecible y varía cada día,
afectando varias partes del cuerpo, entre otras, hombros, cadera,
piernas, brazos, etc… Quienes sufren de este síndrome fibromialgiapueden
sentir agotamiento y cansancio, ya que en varias ocasiones, son
incapaces de conciliar un sueño lo suficientemente profundo, el cual les
permita restaurar su cuerpo.
Si la persona que padece
fibromialgia se realiza un examen físico general, dicho resultado casi
siempre es normal, y la persona refleja un aspecto saludable. Sin
embargo, una cuidadosa y más profunda evaluación de los músculos,
revelaría zonas sensibles al tacto en lugares específicos, los cuales se
denominan puntos hipersensibles o tender points.
Los puntos
hipersensibles son áreas del cuerpo en las cuales si se ejerce presión
sobre ellos, resultan dolorosas para la persona. La presencia y el
patrón de estos puntos hipersensibles, diferencian la fibromialgia de
otras afecciones.
Con respecto a las estadísticas, se calcula
que el síndrome de la fibromialgia es padecido entre el 3% y el 6% de la
población mundial, afectando más a las mujeres que a los hombres, y si
bien es más común entre individuos de 20 a 50 años de edad, existen
casos de gente más joven e incluso niños.
ETIOLOGIA
En
lo que respecta a la etiología del síndrome de fibromialgia, las causas
no son claras hasta hoy en día. Existen diferentes teorías, las cuales
algunas sostienen que puede ser causado o agravado por estrés físico o
mental, excesiva exposición al frío o la humedad, padecer una enfermedad
reumática o contar con un sueño deficiente. Hay quienes piensan que
puede existir alguna predisposición genética.
En muchos casos,
la afección comienza luego de algún acontecimiento puntual (infecciones
bacterianas o víricas, accidentes, separación matrimonial, pérdida de
empleo, fracaso profesional, etc…). Dichos acontecimientos producen en
los protagonistas alteraciones emocionales, pudiendo llevar a la
ansiedad y la depresión, reacciones al malestar vivido, que puede
provocar la enfermedad.
MANIFESTACIONES CLINICAS – SIGNOS Y SINTOMAS
Dolor y agotamiento.
Depresión o ansiedad
Entumecimiento (rigidez en los músculos, especialmente al despertar o frente a cambios de clima).
Dolor de cabeza o de cara (manifestado por las áreas del cuello, hombros o zona temporomandibular, migrañas, tensión…)
Trastornos digestivos (malestar estomacal, estreñimiento o diarrea).
Vejiga irritada (necesidad de orinar con urgencia, sin presentar infección urinaria).
Parestesia (cosquilleo, sensación de hormigueo en extremidades).
Dolores de pecho.
Problemas de memoria (dificultades en concentración, lapsos de memoria, confusión al hablar o escribir).
Manos y pies fríos (sensación inusual de frío en las extremidades, a veces acompañado por cambios de coloración).
Desequilibrio (problemas de equilibrio o mareos).
Mayor sensibilidad (aparición de alergias a sustancias que antes no
reaccionaba, sensibilidad al ambiente, luz, ruido, olores. Los cambios
de temperatura afectan al paciente agudamente).
Trastornos del sueño (abundantes pesadillas, sueño no reparador…)
Movimientos paroxísticos (movimientos periódicos anormales de las extremidades).
Resequedad de ojos y boca.
Zumbidos y campanilleos en los oídos.
Alteraciones de la visión.
Incoordinación motora.
DIAGNOSTICO
Para poder realizar un correcto diagnóstico, el médico debe tener en
cuenta la historia clínica del paciente, los síntomas, estudios y
análisis realizados.
En el caso de la fibromialgia, el
diagnóstico es diferencial, es decir que se deben descartar otras
patologías de sintomatología similar (enfermedades reumatológicas:
artrosis, artritis reumatoidea, lupus, espondiloartropatías… –
enfermedades neurológicas: mielitis transversa, esclerosis múltiple,
polineuropatías periféricas…).
Es considerado que puede haber
fibromialgia cuando al aplicar una presión de 4 kg., sobre cada punto
hipersensible (o tender point), el paciente reporta dolor en 11 o más de
ellos. El dolor causado al ser presionados, no deben transferirse a
otra parte del cuerpo. Otro requerimiento es que el dolor haya estado
presente por al menos 3 meses.
TRATAMIENTO
Actualmente
no existe un tratamiento que cure definitivamente el síndrome de
fibromialgia, por lo que los tratamientos apuntan a aminorar los
síntomas.
Entre los más recomendados están los medicamentos
para la disminución del dolor y mejoría del sueño, el uso de programas
educativos que ayuden a comprender y controlar la enfermedad,
psicoeducación y técnicas de relajación para el alivio de la tensión
muscular y la ansiedad.
Diversas investigaciones afirman que el
uso de la hipnosis mediante la hipnoterapia refleja buenos resultados
en los pacientes. Es sabido ya que en la mayoría de las enfermedades, el
tratamiento basado únicamente en medicación es insuficiente.
Al aplicar la hipnosis como técnica cognitivo-conductual en el
tratamiento de pacientes con fibromialgia, se puede observar una gran
mejoría del cuadro clínico, doloroso y afectivo.
El hecho de
llevar a cabo un trabajo multidisciplinario, en el cual la hipnosis
forme parte de él, le brinda facilidad al paciente a afrontar diferentes
situaciones y/o factores estresantes, al mismo tiempo que reduce el
dolor, la medicación y la ansiedad y depresión, mientras que aumenta la
actividad y el ejercicio, y mejorando la postura corporal.
PRONOSTICO
Es muy frecuente que la enfermedad tome aspecto de cronicidad, o que recurra a intervalos de intensidad variable.
No existen pruebas de que la fibromialgia aumente el índice de mortalidad poblacional

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